Instituto Ecuatoriano de Economía Política

Necesitamos la mano visible de la prosperidad

18/05/2017
Alberto Rigaíl Cedeño

La mano invisible fue una metáfora acuñada por Adam Smith en 1759 para referirse a la función coordinadora que de forma anónima realiza el mercado por medio de la ley de la oferta y la demanda.

En 1977, el historiador y gurú de la estrategia empresarial Alfred Chandler cuestionó la mano invisible de las fuerzas del mercado en su libro La mano visible: la revolución en la dirección de la empresa norteamericana, en el que manifestó que las corporaciones modernas y los gerentes profesionales que surgían eran las fuerzas creativas que modelaban la nueva economía de EE. UU. Para Chandler, los desarrollos tecnológicos, la revolución en los métodos de producción y distribución, el perfeccionamiento de las estructuras organizativas y los procedimientos administrativos, y la profesionalización de los directivos transformaron las empresas e hicieron posible el surgimiento de la empresa moderna.

¿Por qué esta idea es vigente hoy? Porque estamos en condiciones similares y tenemos los mismos desafíos. Estamos viviendo un cambio de época, una nueva economía digital y colaborativa donde está surgiendo la mano visible: una “empresa innovadora” que debe reinventar los métodos de producción y comercialización, las estructuras, y cambiar la gerencia tradicional por un liderazgo transformador.

Porque estamos frente a la mano del empresario en el interior de las empresas que a través de la estrategia persigue la creación de riqueza centrada en la colaboración, en la creación de valor único para el cliente y la búsqueda del mejor aprovechamiento de los recursos; cuyo poder para crear riqueza es inconmensurable, hace diez años no existía la empresa de servicios de hospedaje Air Bnb y hoy esta ha sido valorada en 30 billones de dólares, para citar tan solo un ejemplo de empresa innovadora.

Para crecer debemos superar la vieja mentalidad: algunos gobiernos siguen pensando en Adam Smith para explicar la injusticia social y justificar que la acción del Estado se oriente a regular la acción privada para así tener una asignación más eficiente de los recursos de la sociedad. Aún no se han percatado de que la mano visible del líder transformador y de la empresa innovadora es el camino para solucionar el problema de la inequidad social.

En tanto, algunos empresarios siguen esperando las condiciones perfectas del mercado o las concesiones estatales para convertir a sus empresas en innovadoras y a ellos en líderes transformadores. Acudamos a la casta que siempre ha caracterizado al empresario, como así Drucker afirmó: “Donde hay una empresa de éxito, alguien tomó alguna vez una decisión valiente”.

Al igual que la gran empresa y sus gestores durante los primeros años del capitalismo moderno jugaron un gran papel, hoy la empresa innovadora y sus líderes transformadores son el motor que requerimos. Nos enorgullece ver que hay iniciativas muy visionarias como la Alianza para el emprendimiento y la innovación, Innobis, Kruger y el Ecosistema de innovación creado por Semgroup, un pequeño “Silicon Valley” en la ciudadela Urdesa de Guayaquil, quienes están haciendo un gran esfuerzo por guiar, motivar y apoyar la innovación. Debemos seguir su ejemplo y acoger firmemente la estrategia de ser innovadores, el país lo necesita.

*Este artículo fue originalmente publicado en el diario El Universo

Índice de Burocracia de Apertura (tiempo en horas)

Índice de Burocracia 2023

Índice de Burocracia 2023
806 horas toma abrir una empresa en Ecuador
y 443 horas al año mantenerla funcionando

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