Instituto Ecuatoriano de Economía Política

Socialismo: He visto el futuro y no funciona

23/11/2017
Carlos Cobo Marengo

El manifiesto comunista fue publicado por primera vez en Londres en 1848 y, hasta el día de hoy, continúa inspirando miles de personas alrededor del mundo, muchos movimientos comunistas y socialistas, ven en este manifiesto y en sus autores (Karl Marx y Friedrich Engels) la fórmula para lograr un mundo más próspero, justo e igualitario.

Pero, ¿Qué ideas promulga?, ¿Qué propuestas tiene para lograr su visión?; el texto menciona que la historia de la humanidad ha sido siempre una lucha de clases entre opresores (burguesía) y los oprimidos (proletariado).

El poder público constituido, es simplemente un consejo que gobierna los intereses colectivos de la burguesía, y culpa a estos, de no dejar más relación entre personas que el interés económico, mezquino, odioso, egoísta e indignante, destruyendo industrias nacionales que no pueden competir ni desarrollarse por culpa del libre mercado, criticando incluso los bajos precios de sus productos, por considerar que crean interdependencia entre las naciones, ya que los países menos desarrollados terminan obligados a comprar a unos pocos Estados, concentrando cada vez más los medios de producción y la propiedad.

Incluso, los autores juzgan la división del trabajo y las maquinas, ya que al dejar sin trabajo a miles de personas, nutren las filas del proletariado, destruye toda iniciativa y el encanto para los obreros, reduciendo cada vez más los salarios.  

Para Marx, los comunistas en la práctica, no tienen intereses propios que los distingan de los intereses generales del proletariado, por lo que, sin importar la etapa histórica en que se encuentren, atienden siempre el interés del movimiento obrero. El objetivo del comunismo  es derrocar a la burguesía, formar conciencia y llevar al proletariado a la conquista del poder, despojando a los ricos y poderosos del capital y los medios de producción, para centralizarlos en manos del Estado, el cual se preocupará de fomentar su uso y desarrollo con la mayor rapidez posible.

Dentro de sus propuestas se encuentra la expropiación de la propiedad privada a manos del Estado, el cual será acreedor de las ganancias que la tierra pueda generar, fuertes impuestos progresivos, abolición los derechos de herencia, confiscación de fortunas, centralización del crédito en el Estado, aumento de fábricas nacionales, mejora de terrenos en planes colectivos, y creación de ejércitos industriales, principalmente en el campo. Una vez desaparecidas las clases sociales y la producción se encuentre en manos de la sociedad, los poderes públicos irán desapareciendo.

Pero, ¿Esto sucede realmente?, ¿Son los países que siguen la línea del comunismo y socialismo los que logran los mejores resultados? Los países que practican el socialismo, pueden lograr en algunas ocasiones un rápido desarrollo económico, el cual, nunca es sostenible en un mediano y largo plazo, por lo que, llegan hasta un punto de quiebre donde el modelo llega a su fin. A pesar de que existe un gran número de ejemplos que podría mencionar, quiero destacar uno de los más importantes y reconocidos a nivel mundial, la Unión Soviética, que siguiendo las recomendaciones del manifiesto, se intentó posicionar entre 1930 y 1970 como una opción viable y contraria al libre mercado.

Para Octubre de 1917, una vez derrocado el régimen Zarista por los Bolcheviques, con Lenin como su líder máximo, el Estado decide apostar por el comunismo para lograr el desarrollo y el crecimiento económico de la nación, apoyado por movimientos obreros y campesinos.

Para 1927 su sucesor Stalin, logra consolidar el poder total, ese mismo año se crea el comité de planificación estatal para impulsar la industrialización del país, se colectivizó la agricultura, aboliendo los derechos de propiedad privada, y agrupando a las personas del campo en granjas colectivas, dirigidos por el partido comunista, quienes eran los responsables de alimentar al resto de personas. El crecimiento consistía en obtener recursos por medio de altos impuestos, incluyendo de la agricultura, para lograr el desarrollo de las industrias que el gobierno consideraba prioritarias.

De esta forma, el Estado y grupos de poder, asignaban los recursos disponibles (mano de obra y capital), a actividades que ellos mismos controlaban y que tenían alta productividad, es por esto que el desarrollo económico acelerado se logró gracias a la creación de fábricas y herramientas para la producción, que eran altamente codiciados alrededor del mundo.

Para 1931, el periodista Lincoln Steffns decía: “He visto el futuro y funciona”, describía a la Rusia Soviética, como un gobierno revolucionario, con un plan revolucionario, preocupado de eliminar las causas de la pobreza y riqueza, la corrupción, los privilegios de unos pocos, la tiranía y la guerra. Fijando una dictadura apoyada por minorías bien entrenadas, que se encargarían de reorganizar científicamente las fuerzas económicas, dando como resultado la democracia económica y al final, la democracia política.

Es por esto que se empezó a defender la teoría de que el estilo soviético podía ser superior al capitalismo, proporcionando pleno empleo, estabilidad de precios, y motivando a los ciudadanos a preocuparse por los demás desinteresadamente.

Pero la realidad fue totalmente diferente, las granjas colectivas carecían de incentivos para que las personas se esforzaran por trabajar más duro, al punto en que la producción cayó, y las personas del campo empezaron a morir de hambre. Ni siquiera las industrias aprovechaban los recursos al máximo, ya que al carecer de incentivos económicos para mejorar sus procesos, no había cambios tecnológicos ni destrucción creativa, y su tecnología empezó a atrasarse en relación al resto de Europa y Estados Unidos.

A pesar de haber estimulado en cierto grado la actividad económica, y crear cierto nivel de riqueza, el desarrollo estaba basado en órdenes del Estado y el comité de planificación, utilizando las tecnologías existentes, sin verdaderos estímulos que permitan la innovación, por lo que sus resultados no lograron el desarrollo sostenible.

A pesar de que la historia se repite en cada lugar donde intenta implementarse, Cuba, China, Alemania oriental, Corea del Norte entre otros; luego de los desastres económicos, sociales y políticos que causan los socialistas, se vuelve normal escucharlos decir que esas naciones con problemas, no eran realmente socialistas, que el modelo no se implementó correctamente y desconociendo las fatales consecuencias que su ideología ha provocado a través de la historia.

El ejemplo más reciente de esto, viene de hace un par de años, durante el auge del populismo en Latinoamérica, cuando los socialistas nuevamente hacían alardes de lo exitoso que parecía ser su modelo, alabando principalmente a Hugo Chávez y Venezuela de ser los precursores de un tipo de desarrollo que nuevamente era contrario al capitalismo y el libre mercado. Siendo este, sinónimo de justicia social, buscando por medio del Estado, el bienestar colectivo de los ciudadanos, y lograr la tan anhelada sociedad igualitaria, evitando el abuso del sistema de libre mercado, que según creen, es el causante de la desigualdad y la explotación hacia los que menos tienen. Pero nuevamente el modelo logró confirmar lo que ya sabíamos, sin importar donde y cuando se aplique, este simplemente, no funciona.

Pero, ¿Por qué el modelo no funciona?, primero porque el manifiesto asume que una vez lograda la dictadura del proletariado, el resultado sería la desaparición del Estado y de las clases sociales, pero en la realidad, los líderes se encargan de hacer a un lado a todos los empresarios que ellos consideren burgueses y lo reemplazan por una nueva elite llamada burocracia, a la cual, se le otorga más poder que al anterior, y terminan volviéndose una dictadura al proletariado y no del proletariado.

Pasar los medios de la tierra y producción a “manos del pueblo” para utilizarlos en el bienestar colectivo tampoco sucede en la realidad, este termina en manos de una pequeña elite de políticos y líderes sindicales que terminan utilizándolos para su propio beneficio, evitando la entrada de otros participantes, para ser los únicos que gozan de los beneficios que se obtengan.

El mayor problema, es que se basa en supuestos de lo que debería ser, y no lo que es en realidad, no se puede cambiar la naturaleza del hombre y este no sacrifica el bienestar personal por el colectivo, el éxito de las personas, la mayoría de las veces, se da gracias al esfuerzo y dedicación de estos por obtener beneficios.

Los desastres que ocasionan, tienen mucho que ver con la forma en que reaccionan las personas, si me van a dar lo mismo que a los demás, ¿Por qué debo esforzarme? ¿Para qué trabajo más duro, si luego me lo van a quitar? ¿Por qué tengo que hacerlo yo, si el gobierno me lo puede dar gratis?

El intervencionismo estatal solo trae más desigualdad, pobreza, corrupción y menos incentivos para prosperar y salir adelante, de lo que deberían preocuparse los socialistas, es de crear igualdad de oportunidades para todos y dejar a un lado la envidia por la riqueza que ellos no han trabajado.

Bibliografía

Acemoglu, D., & Robinson, J. (2012). Por Qué Fracasan Los Países . Barcelona : Deusto .

Briones, D. C. (2014). 20 mitos sobre sociedad, economía y política. México D.F., México: Friedrich Naumann- STIFTUNG.

Marx, C., & Engels, F. (Version 27/07/2015). El Manifiesto Comunista.

*Carlos Cobo es clumnista el IEEP

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